lunes, 24 de noviembre de 2008

Los comportamientos de los adolescentes y el pensamiento de los adultos

Desde años atrás el adulto considera al adolescente como un personaje de pocas capacidades, sin decisiones, rebeldes, alborotados y que vive fuera del mundo adulto, alejados de la realidad y responsabilidades. De esta forma los adultos no tratan de la misma manera a los adolescentes ya que muchas veces los limitan generalizando las actitudes de éstos, dándoles características especificas no siempre siendo así, no todos los jóvenes se comportan igual, no piensan igual ya que su desarrollo es diferente. Por otro lado deben darse cuenta y tomar al jóven como un ser individual que está en proceso de formación, por eso es necesario que los padres vean a sus hijos dentro del contexto de su desarrollo total y que respondan con sensibilidad y adecuen sus actitudes y su comportamiento hacia ellos, de acuerdo con la edad y la fase de desarrollo, tratándolos con respeto y amor.
Según Margulis existen diferentes estereotipos puestos por la sociedad, estos son las ideas precambiadas por la sociedad de un determinado grupo, persona o contexto.
El adolescente considerado como un objeto peligroso y en peligro:
Cuando la sociedad percibe al adolescente como un objeto peligroso, lo reconoce como un verdugo que anhela tener el poder del adulto, de esta manera se crea diferentes actividades para que, de esta forma, el adolescente tenga un lugar en el cual pueda ubicarse, tranquilizarse y distraerse siendo parte de la sociedad. Por otro lado, una parte de la sociedad considera al adolescente un ser que está en peligro ante lo establecido y que está lejos de entender los riegos que ésta le presenta de forma que se crean leyes que lo protejan.

El adolescente considerado como un objeto sexual:
Los padres reaccionan de distintas formas ante el desarrollo de sus hijos, hay padres que ven su desarrollo como la culminación de su etapa sexual, hay otros que reaccionan con desagrado ante la menor manifestación de emociones eróticas.
Según James Anthony, en algunos casos, la pubertad es compartida del mismo modo que otros, mientas que en otros se confidencia en ambientes privados.
Algunas familias toman como juego de niños no dándole la importancia debida y no orientando al dudoso adolescente. En estos casos se ve que la familia es la más afectada. Algunas madres no aceptan que sus hijas se conviertan en mujeres y esto ocasiona un problema de identidad para la joven causando conflictos internos.

Otra reacción que puede ocasionar el desarrollo sexual del adolescente es una especie de compensación de adolescente retrospectiva en la que el adulto reactiva sus propios conflictos adolescentes.

El adolescente considerado como un individuo inadaptado:
Para el adulto es clara la idea de que el adolescente sufre un cambio completo en su personalidad y por ello espera que entre en un estado de agudo desequilibrio y trata de involucrarse previendo los peligros y la tensión que se espera, según James Anthony el adulto ve dentro de esta etapa del adolescente como una gran perturbación afectiva.

El adolescente considerado como un objeto de envidia:
Muchas veces los adultos desean retroceder el tiempo y adaptarse al tiempo juvenil, dentro de esa libertad que expresa la juventud llena de hermosura, frescura y alegría.
De esta forma trata de burlarse ante la inexperiencia del adolescete en relación a la vida adulta, las repuestas de envidia son de diferentes formas, por ejemplo las madres que quieren estar más bellas que sus hijas, o los padres que quieren ganarle a sus hijos en diferentes competencias. Otro ejemplo sería el famoso “yo a tu edad…” empleado por los padres hacia a los hijos en las diferentes experiencias de su vida.
Se puede decir que el vigor juvenil, la libertad, frescura y la alegre despreocupación del adolescente provoca cierta envidia en el adulto, la cual puede manifestarse como un constante menosprecio burlón ante la simplicidad, la torpeza y la inexperiencia del joven.
Es importante que los padres se den cuenta que no están en una constante competencia con sus hijos, sino deben sentirse parte de sus triunfos identificándose con ellos.

El adolescente considerado como un objeto perdido:
En repetidas ocasiones los padres llegan a experimentar diferentes sensaciones de soledad y vacío muchas veces porque no ven concretadas las metas que se habían propuesto con sus hijos o los objetivos que ellos marcaban en su crecimiento.
Según James Anthony, el jóven puede ir adquiriendo diferentes aprendizajes durante su desarrollo y puede perder conocimientos anteriores, esto es un hecho totalmente natural. Una manera más segura es colaborar en el proceso de separación e individualización del hijo, el cual se da tarde o temprano y completa y culmina en la edad adulta. Como fruto de esto se da una nueva relación entre adultos ligados por recuerdos felices de la vida en común.

1 comentario:

Unknown dijo...

Como madre me reconozco en varios estereotipos. Si bien no en todos ni en su totalidad. También es importante rescatar que el hijo mayor tiende a ser tutelado y moldeado con mayor énfasis y hay mucha diferencia con la crianza de los demás hijos. Creo que es importante hablar de este tema, porque hay muchos adultos que les gusta compararse con los adolescentes para exhibirse, pero en realidad no tienen una actitud adulta. Al contrario, compiten con el hijo adolescente como padres para reafirmarse en una situación de dominio. Situación que cambia mucho cuando el adolescente se convierte en adulto. Tener un hijo adulto tiene la ventaja de ampliar las conversaciones y mejorar la relación, permitiendo a los padres compartir nuevas cosas e influir en la vida de sus hijos adultos a través de un estilo de mayor colaboración y comprensión mutuas.